El mapa infrarrojo más grande de nuestra Galaxia


“La Vía Láctea no es más que una masa de innumerables estrellas” dijo Galileo Galilei cuando observó nuestra Galaxia por primera vez con su telescopio.

Cuatrocientos años después, se completó el mapa infrarrojo más grande de la Vía Láctea, después de más de 13 años de observación de nuestra Galaxia por parte del proyecto “VISTA Variables en la Vía Láctea” (VVV) y su proyecto compañero VVV eXtendido (VVVX). Este monumental esfuerzo ha dejado un legado invaluable para la comunidad astronómica.

Hoy se dio a conocer un artículo que presenta un mapa que combina posiciones, distancias y movimientos propios de diferentes tipos de estrellas. Este trabajo publicado en la prestigiosa revista europea Astronomy & Astrophysics, está liderado por el profesor Roberto Saito, de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) en Florianópolis, Brasil conjuntamente con la coautoría de 146 personas de 15 países diferentes en 4 continentes. Del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE), participan Laura Baravalle, María Victoria Alonso, Juan Cabral, Ingrid Vanessa Daza Perilla, Sebastián Gurovich, Marcelo Lares, Celeste Parisi, Luis Pereyra, Eduardo Schmidt, Mario Agustín Sgró, Carlos Valotto y Carolina Villalon.

Imagen de una pequeña región del relevamiento VVVX, donde se aprecia la inmensa cantidad de estrellas en nuestra Galaxia, así como también la galaxia Circinus. Crédito: D. Minniti.

 

Los megaproyectos VVV y VVVX fueron dirigidos por Dante Minniti, egresado de la UNC, Académico de la Academia Nacional de Ciencias y, actualmente, profesor de la Universidad Andrés Bello (UNAB) e investigador principal del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), junto con el profesor Philip Lucas, de la Universidad de Hertfordshire (UH) en el Reino Unido. En sus comienzos este fue el proyecto observacional más grande en volumen de datos del Observatorio Europeo Austral (ESO). Las observaciones comenzaron en 2010 y finalizaron en el primer semestre de 2023. Durante 420 noches de observación se obtuvieron alrededor de 200 mil imágenes, y se monitorearon más de 1.500 millones de objetos, generando unos 500 TB de datos científicos.

Este relevamiento produjo innumerables aplicaciones para la comunidad astronómica con interés en estudios de la estructura galáctica:

  • Cúmulos globulares, los objetos más antiguos de nuestra Galaxia;
  • Estrellas hiperveloces, donde el agujero negro supermasivo central las expulsa de la galaxia;
  • Ventanas que nos permiten ver el otro lado de la galaxia a través de todo el polvo y el gas interestelar;
  • Estrellas variables RR Lyrae en el centro de la Galaxia, la población más antigua conocida;
  • Estrellas enanas marrones y planetas flotantes binarios, los objetos menos luminosos conocidos que no están asociados con ninguna estrella;
  • Objetos variables desconocidos que llamamos WIT, acrónimo de “What Is This?” (¿Qué es esto?);
  • Miles de galaxias distantes, vistas a través del disco y del bulge de la Vía Láctea;
  • Objetos estelares recién nacidos, que son violentamente variables;
  • Eventos de microlentes gravitacionales en el corazón de la Vía Láctea;
  • Estrellas variables Cefeidas muy distantes, incluso en las antípodas de nuestra galaxia.

Estos descubrimientos ya produjeron más de 300 publicaciones científicas y también 30 tesis de doctorado, de las cuales 4 fueron realizadas en el IATE. El procesamiento de imágenes, el análisis de datos y la exploración científica continuarán durante muchos años más. Este trabajo deja un legado perdurable para la comunidad astronómica, que seguirá utilizando estos datos en diversos proyectos. Muchos de estos estudios serán complementados para una mejor comprensión con observaciones futuras usando el Telescopio Espacial Nancy Roman de la NASA, que será lanzado a finales de 2026.

Imagen del relevamiento VVVx, en la que se observan nubes de gas y polvo que envuelven a estrellas jóvenes de nuestra Galaxia. Crédito: D. Minniti.